De acuerdo con la Organización Mundial de La Salud (OMS) «La salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades», un concepto integral, que en la actualidad es de suma importancia considerarlo para nuestros cultivos.
El cambio climático ha magnificado las condiciones adversas a las que nuestras plantaciones se enfrentan, en Nicaragua especialmente, las sequías y altas temperaturas son factores de gran preocupación para los productores.
Además de esto, estas mismas condiciones, promueven brotes de plagas y enfermedades, lo que incrementa los niveles de estrés y daños a nivel radicular, foliar y consecuentemente en la cosecha. Esta situación, nos ha conducido a reconocer que no basta con una nutrición balanceada o la aplicación de fitoprotectantes para que nuestros cultivos estén completamente sanos, sino que se requieren de prácticas como el mejoramiento de suelos y la bioestimulación para sacar el máximo potencial a nuestras plantaciones.
Dentro del concepto de la salud de las plantas, el silicio ha surgido como una herramienta clave. Sus beneficios han sido profundamente estudiados y publicados en los últimos 20 años (Ma et al., 2001; Fauteux et al., 2005; Bhat et al., 2019; Coskun et al., 2019; Zargar et al., 2019). Sin embargo, para que este sea absorbido o asimilado por las plantas este debe de ser exclusivamente suministrado en su forma soluble, que corresponde al ácido orthosilícico o monosilícico [Si(OH)4] (Mandlik et al., 2020).
Una vez asimilado por el cultivo, el silicio interviene en tres niveles sumamente importantes que favorece la salud de las plantas.
1. Nivel Estructural
Para una infección exitosa se requiere que los patógenos de las plantas entren en la planta huésped penetrando barreras físicas que incluyen cera, cutículas y paredes celulares (Schmelzer, 2002; Nawrath, 2006; Łaźniewska et al., 2012). La resistencia estructural del silicio está asociada con la densidad de células epidérmicas silicificadas, la capa gruesa de sílice debajo de la cutícula, la doble capa cuticular, la membrana si-celulosa engrosada, la formación de papilas y complejos formados con compuestos orgánicos en las paredes celulares epidérmicas, que fortalecen plantas mecánicamente. Las barreras físicas inhiben la penetración de los patógenos y hacen que las células vegetales sean menos susceptibles a las enzimas degradadoras generadas por la invasión de hongos (Inanaga et al., 1995; Fauteux et al., 2005; Datnoff et al., 2007; Van et al., 2013).
2. Nivel Bioquímico
La resistencia bioquímica con silicio está vinculada con (1) aumentar la actividad de las enzimas relacionadas con la defensa, destacando enzimas como las polifenoloxidasas, glucanasas, peroxidasas y fenilalanina amoniaco-liasas; (2) inducir la producción compuestos antimicrobianos, como los fenólicos, flavonoides, fitoalexinas y proteínas relacionadas con la patogénesis en plantas; y (3) regular señales sistémicas, con el ácido salicílico, ácido jasmónico y el etileno (Fauteux et al., 2005; Datnoff et al., 2007; Fortunato et al., 2012; Van et al., 2013).
Además de su aporte en contra de las enfermedades, el silicio mejora la tolerancia a varios estreses abióticos, incluidos sequía, altas temperaturas, alta radiación, toxicidad de metales y sales pues estos estreses intensifican la producción de compuestos denominados Especies Reactivas al Oxígeno (ROS, por sus siglas en inglés), los cuales tienen efectos nocivos en los procesos bioquímicos y fisiológicos de las plantas. Estos ROS son modulados por las enzimas Catalasa, Superóxido dismutasa y Glutariona reductasa, que son enzimas que modulan la producción de estos ROS, y precisamente el Silicio mejora la actividad de estas enzimas para consecuentemente reducir la intensidad de estos estreses oxidativos (Ma, 2004; Cruz de Carvalho, 2008; Liang et al., 2015).
Además de ello el silicio también ayuda en el ajuste osmótico, al mejorar la acumulación de prolina y glicina-betaína, prevenir el daño de la membrana celular, contribuir al aumento de la retención de agua, permitir mantener las tasas fotosintéticas al reducir la conductancia estomática, estabilizando la tasa de transpiración y reduciendo la descomposición de la clorofila (Sonobe et al., 2009; Gunes et al., 2008; Ahmad y Haddad, 2011).
3. Nivel genético
El silicio participa en los procesos metabólicos de la interacción planta-patógeno, activando genes de defensa de las plantas hospedantes a través de una serie de reacciones fisiológicas, bioquímicas y transducciones de señales, además de inducir la respuesta de resistencia en las plantas para prevenir enfermedades y fortalecer sus mecanismos de defensa ante estreses abioticos (Fauteux et al.,2005; Vivancos et al., 2015).
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Conscientes de estos roles tan importantes sobre la salud de las plantas y el gran desafío climático actual, RAMAC y GREEN SEAL COMPANY desarrollaron GREEN STAMINA +, un insumo orgánico que entrega Silicio a sus cultivos, en su única forma asimilable, de origen orgánico y completamente biodisponible, que además fusiona la riqueza nutricional del zinc (5%), boro (5%) y carbono orgánico (14%). Esta combinación integral no sólo nutre las plantas, sino que también impulsa procesos fisiológicos asociados a la tolerancia de condiciones adversas, para disminuir las pérdidas de rendimiento y calidad de la cosecha.
Casos de éxito en Nicaragua con GREEN STAMINA +
En su primer año en el mercado de agroinsumos nicaragüense, GREEN STAMINA + llego a casi 14,000 Mz de cultivo, especialmente en los rubros café y maní. Una parte de los casos de éxito se dieron en la zona norte del país, en fincas cafetaleras, donde este insumo se incorporó en dos momentos, en los meses de abril y octubre, resultando en plantaciones más tolerantes a sequía y a la roya del café, pues las plantaciones donde se incorporó GREEN STAMINA + mostraban una mayor retención foliar, numero de brotes en bandolas y días control.
Por otro lado, en el cultivo de maní, en zonas como las de Managua, Masaya y Granada, donde la sequía fue severa (periodo mayor a 40 días sin lluvias), las plantaciones mostraron mayor tolerancia al déficit hídrico al incorporar GREEN STAMINA + dentro de su plan de bioestimulación en dos momentos, resultando en una mucho mejor condición al compararla con plantaciones en la misma zona que no utilizaron un programa de bioestimulación enfocado a sequía.
Referencias Bibliográficas – Blog Green Stamina+
¡Equipo RAMAC!